Para que la cumbre del clima de Glasgow se considere un éxito, uno de los principales resultados debía ser que las partes acordaran que la mayoría de las reservas de la industria de combustibles fósiles del mundo debían permanecer bajo tierra, y así contaminar.
5 lagunas que deja la COP26 y que permiten a la industria de los combustibles fósiles seguir contaminando
Tal y como sugieren investigaciones recientes, el 89% de las reservas de carbón y el 59% de las de gas deben permanecer bajo tierra para que haya siquiera un 50% de posibilidades de que el aumento de la temperatura global se mantenga por debajo del límite crucial de 1,5℃ este siglo.
La cumbre, COP26, no ha estado a la altura de esa ambición porque hay demasiadas lagunas que la industria de los combustibles fósiles puede aprovechar. Se han presentado algunas propuestas prometedoras, como el compromiso de reducir las emisiones de metano, algunos objetivos de reducción de emisiones más elevados a nivel nacional, límites a la deforestación y el fin de parte de la financiación de los combustibles fósiles en el extranjero, el jueves, 13 países lanzaron una nueva alianza para acabar con la producción de gas y petróleo dentro de sus fronteras, liderada por Dinamarca y Costa Rica.
Pero la mayoría de las propuestas adolecen de falta de ambición o de falta de participación de los países clave. Por ejemplo, el compromiso de reducir las emisiones de metano, algunos de los mayores emisores de metano, como Rusia, China y Australia, no lo han firmado. Del mismo modo, el plan para eliminar el carbón permite a algunos signatarios, como Indonesia, seguir construyendo centrales eléctricas de carbón.
Lo que adolecen estas propuestas y, de hecho, todo el proceso de la COP, es la incapacidad de abordar el hecho de que si queremos evitar lo peor del cambio climático, simplemente no podemos seguir extrayendo combustibles fósiles.
Mientras los gobiernos nacionales y sus negociadores sigan dispuestos a escuchar los intereses de los grupos de presión de los combustibles fósiles, el proceso de la COP seguirá estando plagado de lagunas que harán descarrilar la consecución de objetivos reales, me vienen a la mente cinco grandes lagunas.
1. SUBVENCIONES Y FINANCIACIÓN
Se ha hablado mucho de la Alianza Financiera de Glasgow para el Net Zero (GFANZ), una coalición mundial de instituciones financieras que pretende acelerar la descarbonización de la economía.
Pero muchos de sus esfuerzos se verán socavados mientras los gobiernos sigan subvencionando la industria de los combustibles fósiles, con unas subvenciones a los combustibles fósiles que ascienden en todo el mundo a 11 millones de dólares estadounidenses (15 millones de dólares australianos) cada minuto, el GFANZ es insuficiente para frenar las emisiones, ya que subvencionar el coste de producción y venta de los combustibles fósiles sigue haciendo que la industria sea viable.
Además, el GFANZ es voluntario, cuando necesitamos que los compromisos sean vinculantes. También incluye a los bancos que recientemente han proporcionado 575.000 millones de dólares (787.000 millones de dólares australianos) en financiación de combustibles fósiles a algunos de los mayores contaminantes del mundo.
Los gobiernos no deberían esperar a las futuras COP para abordar esta cuestión, países como Australia deberían empezar a frenar inmediatamente las subvenciones que hacen que la industria sea rentable y no deberían contemplar nuevas subvenciones, como la propuesta del Partido Nacional en Australia de una línea ferroviaria de carbón hasta Gladstone.
2. NUEVA PRODUCCIÓN
A pesar de la abrumadora evidencia de que la mayoría de las reservas de combustibles fósiles del mundo deben permanecer bajo tierra, los gobiernos siguen aprobando nuevos proyectos. El gobierno del Reino Unido tiene 40 proyectos de combustibles fósiles en marcha a pesar de ser el anfitrión de la COP26.
También Australia sigue aprobando nuevos proyectos de gas y carbón. El gobierno de Nueva Gales del Sur ha aprobado ocho nuevos proyectos desde 2018, a pesar del objetivo del estado de reducir las emisiones en un 50% para 2030.
Hasta que las futuras negociaciones climáticas pongan una prohibición a los nuevos proyectos de combustibles fósiles y acuerden una clara y rápida eliminación de los niveles de producción actuales, la industria de los combustibles fósiles seguirá prosperando.
3. SEGUIR COMO HASTA AHORA
Otra laguna para la industria de los combustibles fósiles es que se le permite continuar con sus enormes niveles de producción porque se ha comprometido (en algunos casos) a hacer sus operaciones más ecológicas.
Medidas como la captura y el almacenamiento de carbono y la compensación han sido promovidas por algunos gobiernos como soluciones para reducir las emisiones de la industria. Pero no son soluciones reales si simplemente permiten que la producción y el uso de combustibles fósiles continúen a niveles peligrosos.
Aunque la compensación tendrá que desempeñar un papel en la reducción de las emisiones en algunos sectores difíciles de reducir, como la aviación y la agricultura, no es un sustituto de la reducción real del uso de combustibles fósiles y da la impresión engañosa de que las empresas de combustibles fósiles se están volviendo ecológicas.
4. INFLUENCIA
Estas lagunas que permiten la producción de combustibles fósiles no son, por supuesto, un accidente. El grupo más numeroso de representantes en la COP26 pertenecía a la industria de los combustibles fósiles.
Una de las características más sorprendentes e inquietantes de los enfoques gubernamentales sobre el cambio climático es el impacto de las empresas de combustibles fósiles en la toma de decisiones. Es difícil pensar en otros temas (el tabaquismo, las negociaciones de paz) en los que toleramos este tipo de influencia.
La influencia de la industria en los sucesivos gobiernos australianos está bien documentada, con más de 136,8 millones de dólares australianos en donaciones registradas entre 1999 y 2019.
Tener una exhibición de la compañía de gas Santos (un importante donante de los partidos políticos australianos) en el pabellón de Australia en la COP26 provocó, con razón, el ridículo.
5. DESVINCULACIÓN DE LA PRODUCCIÓN
Si no se abordan estas lagunas, la producción de combustibles fósiles en países como Australia continuará durante mucho más tiempo del que debería.
El hecho de que todavía haya compradores dispuestos a comprar activos de combustibles fósiles, como las minas de carbón de BHP en Queensland, indica que los inversores prevén años de beneficios (y pocas responsabilidades climáticas) de los combustibles fósiles, a pesar de las medidas propuestas en la COP26.
Uno de los fracasos más flagrantes de la COP26 es la incapacidad de vincular los recortes de las emisiones con los recortes de la producción. En ningún lugar es más evidente que en países como Noruega, que tienen impresionantes objetivos de reducción a nivel nacional (55% para 2030) y, sin embargo, siguen defendiendo la producción de combustibles fósiles a través de la exploración de petróleo y gas.
Una de las claves para avanzar en las futuras COP y a nivel nacional es acabar con la falsa idea de que se puede avanzar en materia de clima reduciendo las emisiones nacionales y apoyando al mismo tiempo la producción de combustibles fósiles. Si países como Australia y Noruega no se ponen de acuerdo para recortar el apoyo a la producción, seguiremos viendo lagunas que permiten que la industria florezca.
Algunos países están tomando medidas positivas. La Alianza Beyond Oil and Gas, que pretende eliminar la producción, es clave para reducir el suministro de combustibles fósiles.
Una acción multilateral como ésta, ya sea en el marco de la COP o fuera de ella y, sobre todo, la presión desde abajo que la provoca- debe ser un punto de atención si queremos evitar el cambio climático.
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