Abrir nuevos mercados es la meta de los emprendedores, esto en aras de expandir su red comercial y llegar cada vez a más público. Si tienes una organización que deseas llevar a otros lugares, en este artículo te contaremos algunas características a tener en cuenta antes de abrir una empresa en el extranjero.
La era digital y los pasos que cada día se dan para una globalización, ha llevado a que muchas empresas busque en la web alternativas. No obstante, sabemos que la presencialidad en otros países ayuda a expandir y dar a conocer una empresa. Por ello, a continuación te dejaremos los tramites necesarios para llevar tus productos a nuevos mercados.
Abrir empresas en el extranjero
Los riesgos que se tienen sobre el desempeño de la organización en un país ajeno es alto. No obstante, el mayor riesgo es no intentarlo. Algunas de las consideraciones que se deben tener en cuenta van desde la cultura, productos, competencias y desde luego los trámites exigidos donde se vaya a constituir la empresa.
Teniendo en cuenta que la Unión Europea permite la libre prestación de servicios y la libertad de establecimiento, ambas recogidas en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, sólo debe tener en cuenta la modalidad en la que se desea hacer presencia en otro país. Existen convenios bilaterales para evitar situaciones como la doble imposición, por lo que debe tenerse claridad sobre ellos al momento de internacionalizar la empresa.
Todos los países suscritos en la UE gozan de este convenio, a su vez, si desea emprender fuera de la Unión Europea, recuerde cada país tiene sus propias normas de comercio internacional. Los tratados internacionales para comercio promovido por la OMC incluye a la UE y, esta tiene convenio en los siguientes 164 países.
Requisitos para abrir empresa en el extranjero
Dentro o fuera de la UE se debe tener en cuenta que cada país varía sus requisitos, no obstante, manejan algo en común y es que cada empresa debe especificar en cual de las siguientes categorías desea implantarse: con una empresa local ya establecida en el país; representación o agencia comercial; constituyendo una sociedad mercantil.
Teniendo en cuenta esto, es necesario reconocer muy bien la situación del país a donde posicionará la empresa, temas como: cultura, infraestructura, PIB, moneda, idioma y lo más relevante tipo de gobierno.
Aspectos jurídicos empresariales
Al momento de abrir empresa en el extranjero, los aspectos legales de ese país deben revisarse con detenimiento, esto se debe a que según el producto y el país de origen y destino se aplican normativas diferentes. Las empresas españolas tienen la opción de operar como filial, sucursal u oficina de representación.
Algo que debe tener presente al momento de abrir empresa en el extranjero es que independientemente de la modalidad seleccionada, las empresas pueden realizar inversiones o mover capitales siempre que las declaren.
- Filial, las más utilizadas son sociedad anónima y la sociedad de responsabilidad limitada,esto dependerá de las sociedades e inversión realizada. Estas tienen personalidad jurídica propia y son independientes de la empresa matriz.
- Sucursal, carecen de personalidad jurídica propia ya que responden a la empresa matriz y a los estatutos de esta. Las sucursales, son independientes en otro país, no obstante, deben su naturaleza y respetar los intereses de la empresa matriz.
- Representación, no posee personalidad jurídica, tiene un representante que se limita a hacer funciones de coordinación y estudios de mercado. A su vez, no desarrolla actividad económica y su naturaleza está basada en la empresa matriz.
- Holding, esta basada en la tenencia o participación en otras sociedades.
Los beneficios de expandir una empresa en otros países son altos desde un público amplio hasta impuestos. Todo depende de que se cumplan los aspectos legales exigidos por cada país. Por tanto, evite las irregularidades financieras o paraísos fiscales.
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