El crecimiento alarmante del ransomware
En los últimos años, los ataques de ransomware han aumentado de manera exponencial, convirtiéndose en una de las principales amenazas para empresas y organizaciones a nivel mundial. Este tipo de ciberataque implica el secuestro de datos críticos, que son cifrados y posteriormente se exige un rescate para su liberación. Según informes recientes, el número de ataques ha crecido, pero sorprendentemente, el monto de los rescates pagados ha disminuido. Esto se debe a que muchas empresas están optando por no ceder ante las demandas de los hackers, lo que indica un cambio en la estrategia de defensa frente a estas amenazas.
Casos recientes de ransomware
Un ejemplo notable es el ataque a la cadena de retail de cannabis Stiizy, donde se robaron más de 420,000 datos de clientes. Este ataque fue atribuido al grupo de ransomware Everest, conocido por su actividad en el ámbito de habla rusa desde 2020. Además, el gobierno de EE. UU. ha vinculado a Everest con varios incidentes de seguridad, incluyendo brechas en la NASA y en el gobierno brasileño. Estos casos subrayan la gravedad de la situación y la necesidad de que las organizaciones implementen medidas de seguridad más robustas.
La respuesta de las autoridades y el futuro del ransomware
A pesar de los esfuerzos de las fuerzas del orden para desmantelar grupos de ransomware, como LockBit y Radar, la amenaza persiste. Recientemente, un sitio de filtraciones utilizado por el grupo Everest fue hackeado y desfigurado, lo que plantea interrogantes sobre la seguridad interna de estos grupos. Aunque este tipo de sabotaje puede parecer un alivio temporal, no aborda el problema subyacente del ransomware. Las empresas deben estar preparadas para enfrentar no solo ataques externos, sino también la posibilidad de filtraciones y sabotajes desde dentro de sus propias redes.
