El auge de las redes sociales en las relaciones modernas
En la era digital, las redes sociales han transformado no solo la forma en que nos comunicamos, sino también cómo construimos nuestras vidas y relaciones. Para muchas parejas, plataformas como TikTok, Instagram y YouTube se han convertido en fuentes de ingresos significativos. Sin embargo, cuando estas relaciones terminan, surge un nuevo desafío: ¿cómo se dividen estos activos digitales?
La valoración de cuentas en redes sociales
La valoración de cuentas de redes sociales es un tema complejo. A diferencia de los activos tradicionales, como propiedades o cuentas bancarias, las cuentas en redes sociales pueden tener un valor fluctuante y dependen de factores como el número de seguidores, la interacción del público y las oportunidades de monetización. Según expertos en divorcios, es crucial que las parejas consideren estos elementos al negociar la división de bienes. La influencer Vivian Tu, por ejemplo, ha declarado que su presencia en redes sociales es su «currículum vitae», subrayando la importancia de estos activos en su carrera profesional.
Casos reales y lecciones aprendidas
El caso de Kat y Mike Stickler ilustra perfectamente este dilema. Tras su divorcio, Kat logró retener el control de su cuenta de TikTok, que contaba con millones de seguidores y le permitió adquirir un nuevo hogar. Por otro lado, su exesposo se quedó con una cuenta de YouTube en declive. Este tipo de situaciones están convirtiéndose en comunes entre las parejas que se separan, y muchos abogados de divorcio ahora aconsejan incluir cláusulas sobre redes sociales en los acuerdos prenupciales. La planificación anticipada puede ayudar a evitar conflictos y asegurar que ambas partes obtengan lo que les corresponde.