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El cierre de Exosonic: un sueño de vuelo supersónico que no despegó

La startup de aviación supersónica se enfrenta a la falta de apoyo y cierra operaciones tras cinco años.

El cierre de Exosonic marca el fin de un ambicioso sueño de aviación.

La travesía de Exosonic en el mundo de la aviación

Exosonic, una startup que prometía revolucionar el transporte aéreo comercial con vuelos supersónicos, ha decidido cerrar sus puertas después de cinco años de operaciones. Fundada en 2019 por Norris Tie, un ingeniero de propulsión con experiencia en gigantes de la industria como Northrop Grumman y Lockheed Martin, la empresa se enfocaba en desarrollar aviones comerciales silenciosos y drones supersónicos para el Departamento de Defensa de EE.

UU.

A pesar de los avances iniciales, incluyendo la recaudación de más de 4.5 millones de dólares de inversores de capital de riesgo y la obtención de subvenciones del programa de Investigación de Innovación para Pequeñas Empresas (SBIR) de la Fuerza Aérea de EE. UU., Exosonic no logró encontrar el impulso necesario para continuar su desarrollo. En un comunicado publicado en su sitio web, la empresa expresó que, sin el apoyo de clientes, no podía sostener las necesidades financieras para avanzar en sus proyectos.

Desafíos en el camino hacia la comercialización

El camino hacia la comercialización de tecnologías de defensa es conocido por ser complicado, y Exosonic no fue la excepción. La empresa alcanzó un hito significativo al realizar su primer vuelo de prueba con el EX-3M Trident, un UAV supersónico, pero esto no fue suficiente para asegurar su futuro. La falta de apoyo gubernamental y la dificultad para atraer inversores en un sector tan especializado como el de la defensa han sido obstáculos insuperables.

El concepto de “valle de la muerte” en la tecnología de defensa se refiere a la brecha crítica entre la investigación y el desarrollo (I+D) y la comercialización. Este es un fenómeno bien conocido que ha afectado a muchas startups en el sector, y Exosonic no pudo evitarlo. La empresa había desarrollado otros dos vehículos, un avión de pasajeros supersónico llamado Horizon y un UAV más grande denominado Revenant, pero la falta de financiamiento y apoyo ha llevado a su cierre.

Reflexiones sobre el futuro de la aviación supersónica

A pesar de los desafíos, Norris Tie se mostró orgulloso de lo que logró con Exosonic. En sus propias palabras, “Estoy orgulloso de haber tomado un sueño de infancia y construir una empresa en torno a él”. La historia de Exosonic es un recordatorio de los riesgos y recompensas en el mundo de la innovación tecnológica. Aunque la empresa ha cerrado, el interés por el vuelo supersónico y las tecnologías asociadas sigue presente en la industria. La búsqueda de un transporte aéreo más rápido y eficiente continúa, y es probable que otros emprendedores sigan explorando este fascinante campo.

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