La renuncia de Elisabeth Diana
Elisabeth Diana, quien se desempeñaba como responsable de comunicaciones en Deel, ha dejado la empresa, según su perfil de LinkedIn. La noticia fue reportada inicialmente por Bloomberg, que indicó que su salida se produce en un contexto de acusaciones graves contra Deel, que incluyen el espionaje a la empresa rival Rippling.
Diana se unió a Deel en noviembre de 2021 y su salida se registró en abril de 2025. Antes de su paso por Deel, ocupó cargos similares en Instagram y Facebook, lo que la convierte en una figura destacada en el ámbito de las comunicaciones corporativas. La empresa ha expresado su agradecimiento por el trabajo realizado por Diana y le desea éxito en sus futuros proyectos.
Las acusaciones de espionaje
El escándalo se intensificó cuando Rippling, una plataforma de gestión de personal, anunció que había demandado a Deel por espionaje corporativo. La demanda incluye acusaciones que van desde la violación de la ley RICO, comúnmente utilizada para procesar a miembros de la mafia, hasta la apropiación indebida de secretos comerciales y competencia desleal. Aunque Rippling no reveló inicialmente el nombre del empleado involucrado, posteriormente se dio a conocer que se trataba de Keith O’Brien, quien firmó una declaración que parece confirmar las acusaciones de espionaje.
La situación se asemeja a un guion de película de espionaje corporativo, con operaciones encubiertas y un teléfono destruido como parte de la narrativa. La demanda de Rippling ha puesto en entredicho el futuro de Deel, que fue valorada recientemente en 12.6 mil millones de dólares y que había mostrado interés en salir a los mercados públicos.
La respuesta de Deel y el futuro incierto
En respuesta a la demanda, Deel ha negado cualquier irregularidad legal y ha afirmado que Rippling intenta desviar la atención de sus propias acusaciones, que incluyen violaciones de sanciones rusas. O’Brien, el empleado que ha testificado en el caso, afirmó que bajo la presión de los ejecutivos de Deel, hizo declaraciones a varias autoridades que afirmaban que Rippling facilitaba pagos a Rusia, a pesar de saber que eran falsas.
Este escándalo no solo afecta la reputación de Deel, sino que también plantea preguntas sobre la ética en el ámbito empresarial y las prácticas de competencia. Con el respaldo de inversores como General Catalyst, Andreessen Horowitz y Y Combinator, el futuro de Deel está en la cuerda floja, y la atención del sector tecnológico se centra en cómo se desarrollarán los acontecimientos en este caso de espionaje corporativo.
