La venta de activos de Nikola a Lucid Motors
La reciente audiencia judicial sobre la venta de los activos de Nikola, una startup de camiones eléctricos en quiebra, a Lucid Motors se desarrolló sin contratiempos aparentes. El juez de quiebras de Delaware, Thomas Horan, aprobó verbalmente la transacción, lo que parecía indicar un camino despejado para la empresa. Sin embargo, la aparición tardía de un abogado en la llamada de Zoom, representando a ISSO LLC, una entidad vinculada al fundador de Nikola, Trevor Milton, introdujo un elemento de incertidumbre en el proceso.
Preocupaciones sobre el proceso de subasta
El abogado expresó que su cliente tenía “algunas preocupaciones” sobre cómo se llevó a cabo el proceso de subasta. Aunque estas inquietudes podrían abordarse en una fecha posterior, el abogado enfatizó que no quería que el silencio de su cliente se interpretara en su contra en el futuro. Este comentario sugiere que Milton, quien recientemente recibió un indulto del expresidente Donald Trump, podría estar buscando formas de interferir en el proceso de venta y en la situación financiera de Nikola.
Implicaciones legales y financieras para Nikola
La situación de Nikola es compleja. La empresa no solo enfrenta la venta de su fábrica en Coolidge, Arizona, y otros activos a Lucid, sino que también tiene que lidiar con un laudo arbitral de 168 millones de dólares que se le ordenó pagar el año pasado. Este laudo es un componente clave del caso de quiebra de Nikola y ha sido parte de un acuerdo de acción colectiva con los accionistas relacionados con las afirmaciones falsas realizadas por Milton durante su mandato como CEO.
A pesar de la venta, Nikola aún conserva un inventario de camiones de hidrógeno y otros equipos que espera vender. La incertidumbre generada por la participación de Milton en el proceso de venta podría afectar la percepción de los acreedores y la capacidad de Nikola para recuperarse financieramente. Joshua Morris, abogado de Nikola, comentó que la participación de Milton parece ser un intento de perjudicar a la empresa en beneficio propio, lo que añade una capa de tensión a la ya complicada situación de la compañía.
