Un nuevo panorama para las fintechs en América Latina
El año 2024 se perfila como un periodo de revitalización para las startups fintech en América Latina. Según las proyecciones de Mike Packer, socio de QED Investors, se esperaba que el financiamiento alcanzara su punto más bajo en 2023, y parece que su predicción se ha cumplido.
Con un total de $2.6 mil millones invertidos en 174 acuerdos hasta ahora, el volumen de inversión ha superado el total de 2023, que fue de $1.5 mil millones en 241 acuerdos. Este aumento del 73% en comparación con el año anterior indica que el mercado está comenzando a recuperarse.
Inversiones destacadas y tendencias emergentes
A pesar de que las cifras de 2024 aún son modestas en comparación con los $7.5 mil millones de 2021 y los $4.3 mil millones de 2022, el interés por las fintechs en la región ha resurgido. Ejemplos notables incluyen la recaudación de $41.5 millones por Conta Simples y $15.5 millones por Félix Pago, lo que demuestra que hay un flujo de capital hacia soluciones innovadoras que abordan necesidades específicas de la población latinoamericana.
El cambio en el enfoque de las startups
Un aspecto interesante del panorama actual es el cambio en la calidad de las startups que buscan financiamiento. Según Nicolas Szekasy de Kaszek Ventures, la primera ola de fintechs se centró en el consumidor, pero ahora se observa un aumento en emprendedores experimentados que construyen negocios de infraestructura. Esto es crucial, ya que el sector de servicios financieros en América Latina aún es inmaduro en comparación con mercados más desarrollados como EE. UU. y Europa. La necesidad de innovación es evidente, y la llegada de fundadores de calidad puede ser un catalizador para el crecimiento del sector.
Desafíos y oportunidades en el horizonte
A pesar del optimismo, el camino hacia la recuperación no está exento de desafíos. La falta de salidas significativas en el mercado, como la exitosa salida a bolsa de Nubank en 2021, plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento. Además, la mayoría del financiamiento proviene de fondos locales, lo que limita las oportunidades para las startups que buscan capital. Packer enfatiza la necesidad de que más inversores vean a América Latina como una oportunidad global y que los emprendedores crean en su capacidad para generar un cambio significativo.