El surgimiento de Theseus y su innovador dron
En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, un grupo de jóvenes ingenieros ha dado un paso adelante en la innovación de drones. Ian Laffey, Sacha Lévy y Carl Schoeller, todos menores de 25 años, se conocieron en un hackathon y, en tan solo 24 horas, diseñaron y construyeron un dron que puede calcular sus coordenadas utilizando únicamente una cámara y Google Maps, sin necesidad de señal GPS. Este desarrollo no solo es impresionante por su costo, inferior a $500, sino que también responde a una necesidad crítica en escenarios de combate, como el conflicto en Ucrania, donde la interferencia de GPS es un problema constante.
Desafíos en el uso de drones en el campo de batalla
En Ucrania, los operadores de drones se ven obligados a utilizar gafas de alta tecnología para guiar sus dispositivos visualmente, lo que puede resultar problemático en condiciones adversas como la niebla densa o la oscuridad. La solución propuesta por Theseus ofrece una alternativa viable, permitiendo que los drones naveguen de manera autónoma sin depender de sistemas de posicionamiento global. Este enfoque no solo mejora la eficacia operativa, sino que también minimiza los riesgos asociados con la dependencia de tecnologías vulnerables.
Financiación y futuro de Theseus
Tras la viralización de su proyecto en redes sociales, Theseus logró captar la atención de inversores y fue aceptado en el programa Y Combinator, recibiendo $4.3 millones en financiación inicial. Aunque la empresa no fabrica drones, se centra en desarrollar componentes de hardware y software que permitan a cualquier dron militar volar de manera autónoma. A pesar de no haber ganado contratos con el ejército de EE. UU. hasta ahora, su tecnología ha despertado el interés de las Fuerzas Especiales, que han comenzado a colaborar en pruebas y desarrollo. Esto marca un hito importante para la startup, que busca expandir su equipo y seguir innovando en el campo de la tecnología militar.