Intel, uno de los gigantes tecnológicos más reconocidos, se prepara para llevar a cabo una reestructuración significativa que implicará el despido de más de 21,000 empleados, lo que representa aproximadamente el 20% de su fuerza laboral. Este anuncio, que se espera para esta semana, llega en un momento crítico para la compañía, justo antes de su llamada de ganancias del primer trimestre, liderada por el nuevo CEO, Lip-Bu Tan, quien asumió el cargo tras la salida de Pat Gelsinger el año pasado.
Desafíos financieros y reestructuración
La decisión de Intel de reducir su plantilla se enmarca en un contexto de desafíos financieros que la empresa ha enfrentado en los últimos años. Desde 2019, las acciones de Intel han caído aproximadamente un 67%, lo que ha generado preocupación entre los inversores y analistas del sector. La compañía, que contaba con alrededor de 108,900 empleados a finales del año pasado, ya había anunciado recortes de 15,000 puestos de trabajo en agosto de 2024, lo que indica una tendencia preocupante en su gestión de recursos humanos.
Objetivos de la nueva dirección
El nuevo CEO, Lip-Bu Tan, ha expresado su intención de optimizar la gestión y reconstruir una cultura centrada en la ingeniería. Según informes de Bloomberg, esta reestructuración busca transformar divisiones de Intel en unidades “no centrales”, lo que podría permitir a la empresa concentrarse en sus áreas de mayor competencia y rentabilidad. Este enfoque es parte de una estrategia más amplia para revitalizar la compañía y adaptarse a un entorno tecnológico en constante evolución.
Movimientos estratégicos recientes
En línea con su estrategia de reestructuración, Intel ha tomado decisiones significativas, como la venta del 51% de su negocio de semiconductores Altera a la firma de capital privado Silver Lake. Este movimiento no solo refleja la necesidad de la compañía de generar liquidez, sino también su intención de enfocarse en sus competencias clave. A medida que el mercado de semiconductores se vuelve cada vez más competitivo, estas decisiones son cruciales para la supervivencia y el crecimiento a largo plazo de Intel.
La situación actual de Intel es un recordatorio de los desafíos que enfrentan muchas empresas tecnológicas en un entorno económico incierto. Con el liderazgo de Tan, la compañía espera no solo sobrevivir a esta crisis, sino también emerger más fuerte y más enfocada en el futuro.