La empresa Intuitive Machines ha captado la atención del mundo espacial tras convertirse en la primera compañía privada en aterrizar en la Luna. A pesar de que su nave sufrió daños durante el aterrizaje, el evento fue considerado un éxito. Ahora, la compañía con sede en Houston se alista para repetir la hazaña con su nueva nave, Athena, que promete superar los problemas que afectaron su misión anterior en 2024.
Desafíos del aterrizaje lunar
El aterrizaje en la Luna es una tarea extremadamente complicada, como lo destacó Trent Martin, vicepresidente senior de sistemas espaciales de Intuitive Machines. Aunque se han realizado mejoras significativas, siempre existe la incertidumbre sobre lo que puede suceder durante la misión. La próxima misión, conocida como IM-2 o PRIME-1, está programada para lanzarse en un cohete Falcon 9 de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, con un lanzamiento previsto para el 26 de febrero.
Colaboraciones y nuevas tecnologías
En esta misión, la nave de Intuitive Machines no viajará sola. La Lunar Trailblazer de NASA también se unirá al vuelo, con el objetivo de mapear ubicaciones de agua lunar. Cuando IM-2 despegue, será el tercer módulo de aterrizaje en camino a la superficie lunar, junto a Blue Ghost de Firefly Aerospace y Resilience de ispace, que actualmente orbitan la Luna. Firefly intentará aterrizar el 2 de marzo, mientras que Intuitive Machines tiene programado su descenso para el 6 de marzo.
Inversiones y mejoras en la nave
Intuitive Machines ha invertido aproximadamente 2.6 mil millones de dólares en contratos con proveedores del sector privado para entregar instrumentos a la Luna y recopilar datos cruciales. Sin embargo, el aterrizaje lunar sigue siendo un desafío monumental. La falta de un sistema de GPS en la Luna complica aún más la navegación de la nave hacia su punto de aterrizaje. En la misión anterior, un problema de navegación casi arruina el aterrizaje, lo que llevó a los controladores de vuelo a optar por un recorrido adicional alrededor de la Luna para ganar tiempo y cambiar a un sistema láser de NASA.
Lecciones aprendidas y mejoras implementadas
Tras el primer intento, el equipo de Intuitive Machines realizó una exhaustiva investigación sobre los problemas que surgieron. Se identificó un fallo en el altímetro láser, lo que complicó el aterrizaje. Como resultado, se implementaron 85 mejoras en la nave, incluyendo contingencias que permitirán a Athena aterrizar hasta 10 grados fuera de posición y aún así cumplir con los objetivos de la misión. Además, se han realizado ajustes en los sistemas de comunicación para asegurar que la nave pueda transmitir datos de manera efectiva, incluso si aterriza en una posición inclinada.
Expectativas para la misión IM-2
A pesar de los desafíos, Intuitive Machines está optimista sobre el próximo intento. La nave Athena está equipada con instrumentos que incluyen un taladro y un espectrómetro de masas, diseñados para medir gases en el suelo lunar en Mons Mouton, una meseta en el polo sur lunar. Aunque el éxito del aterrizaje es crucial para el uso de estos instrumentos, la compañía ha asegurado que, incluso si la nave termina de lado, aún se podrán operar muchos de los sistemas a bordo.