Un viaje audaz a Groenlandia
El verano pasado, un joven emprendedor de 28 años aterrizó en Nuuk, la capital de Groenlandia, con una propuesta audaz: «Fui a Groenlandia para intentar comprarla», compartió Dryden Brown, fundador de Praxis, en un tweet que se volvió viral.
Sin embargo, su intención no era simplemente adquirir el territorio, sino explorar la posibilidad de colaborar con el gobierno local para establecer una nueva ciudad en tierras actualmente inhabitables.
La búsqueda de independencia
Brown se dio cuenta de que muchos groenlandeses anhelan la independencia de Dinamarca, pero el gobierno se siente atado por los aproximadamente 500 millones de dólares que recibe anualmente de este país. En su visión, si se pudiera reemplazar esta ayuda con ingresos generados por una nueva ciudad, así como por la minería y el turismo, Groenlandia podría finalmente alcanzar la independencia y prosperidad económica. «Si pudiéramos sustituir esos 500 millones con otra fuente de ingresos, podríamos reducir el riesgo de la independencia», afirmó Brown.
Un modelo de ciudad futurista
La idea de Brown es crear un modelo de ciudad que sirva como un bastión de experimentación tecnológica. Imagina una comunidad que pueda generar lluvia a demanda o que esté impulsada por tecnología nuclear. A pesar de que la propuesta de mudarse a un país frío y desolado podría parecer poco atractiva, Brown sostiene que muchos miembros de Praxis estarían dispuestos a hacerlo, ya que buscan un desafío y una oportunidad de construir algo significativo.
Un nuevo destino para los emprendedores
La comunidad de Praxis, respaldada por inversores como Peter Thiel, ha recaudado 525 millones de dólares para su proyecto de construcción de ciudades. Sin embargo, el acceso a estos fondos está condicionado a alcanzar hitos específicos en su desarrollo. Brown ha viajado por varios países, buscando oportunidades de colaboración con gobiernos que estén abiertos a la idea de un nuevo asentamiento que pueda beneficiar a ambas partes. Su enfoque ha sido claro: encontrar un terreno común entre los fundadores que desean innovar y un país que se beneficiaría de su presencia.
Un llamado a la aventura
La visión de Brown es un regreso a una sensatez americana antigua, donde hay tierras por conquistar y estructuras internacionales que dominar. Él cree que los estadounidenses tienen un impulso innato hacia el heroísmo y la expansión. En su narrativa, la llegada de Donald Trump al poder representa una oportunidad para revivir este espíritu, impulsando a los ciudadanos a no temer a propuestas ambiciosas como la creación de una nueva ciudad en Groenlandia.