Un anuncio que decepciona
Mientras el mundo espera el inicio del Super Bowl LIX, un anuncio de Google ha suscitado críticas por su falta de autenticidad. Este comercial, diseñado para resaltar las virtudes de su chatbot de inteligencia artificial, Gemini, ha sido acusado de engañar al público al presentar contenido que no fue generado por la IA, sino que fue copiado directamente de la página web de Wisconsin Cheese Mart.
En el anuncio, se muestra una descripción del queso gouda que, según informes, fue extraída de la web de Wisconsin Cheese Mart, utilizando el Wayback Machine para verificar que el texto ya existía desde al menos 2020. Esto plantea serias dudas sobre la efectividad y la veracidad de las capacidades de Gemini, ya que el contenido presentado como original fue en realidad escrito por humanos hace años.
La falta de originalidad de Gemini
El hecho de que el texto sobre el gouda, que describe sus características y popularidad, fuera copiado y pegado sin ningún tipo de modificación, resalta una gran debilidad en la publicidad de Google. Además, el anuncio tuvo que ser editado silenciosamente después de que se descubriera que una afirmación hecha por Gemini sobre el gouda como el queso más consumido en el mundo era falsa. Esto genera una preocupación adicional sobre la fiabilidad de la inteligencia artificial en la creación de contenido.
La situación se vuelve aún más irónica al considerar que la única parte del texto que era verdadera fue escrita por un humano, mientras que la contribución de Gemini resultó ser incorrecta. Este incidente pone de manifiesto la necesidad de una mejor estrategia de marketing para la inteligencia artificial generativa, que no dependa de la desinformación o el plagio.
Reflexiones sobre la inteligencia artificial en la publicidad
La controversia en torno al anuncio de Google plantea preguntas importantes sobre el uso de la inteligencia artificial en la publicidad. Si las empresas buscan utilizar tecnologías avanzadas como Gemini para atraer a los consumidores, deben asegurarse de que el contenido sea auténtico y veraz. La confianza del público es fundamental, y situaciones como esta pueden erosionar esa confianza.
Además, es esencial que las empresas sean transparentes sobre cómo utilizan la inteligencia artificial y qué tipo de contenido producen. La autenticidad y la originalidad deben ser prioridades en un mundo donde la información se comparte rápidamente y donde los consumidores son cada vez más críticos con respecto a lo que ven y escuchan.