El cambio en el modelo de salidas a bolsa
En la última década, el panorama del capital de riesgo ha experimentado transformaciones significativas, especialmente en lo que respecta a las salidas a bolsa. Tradicionalmente, las empresas emergentes buscaban una oferta pública inicial (IPO) como el objetivo final de su crecimiento. Sin embargo, hoy en día, muchas de estas empresas están optando por alternativas a las IPOs tradicionales, como las fusiones con vehículos de adquisición de propósito especial (SPAC) o permaneciendo privadas durante más tiempo.
Este cambio se ha visto impulsado por la necesidad de las empresas de alcanzar valoraciones más altas antes de considerar salir al mercado público. Por ejemplo, empresas como Chime y Ōura, que han sido apuestas tempranas para fondos de capital de riesgo, han logrado valoraciones superiores a los 5 mil millones de dólares, lo que demuestra su capacidad de mantenerse en mercados competitivos sin necesidad de una IPO inmediata.
La importancia del mercado secundario
El mercado secundario ha cobrado relevancia en este nuevo contexto. A medida que las empresas esperan más tiempo para salir a bolsa, los inversores han comenzado a buscar oportunidades en este mercado, donde pueden comprar y vender acciones de empresas privadas. Esto no solo proporciona liquidez, sino que también permite a los inversores descubrir precios de manera más eficiente, ya que hay más participantes en el proceso.
Por ejemplo, Chime ha visto fluctuaciones en su valoración, que ha pasado de 25 mil millones de dólares en 2021 a 6 mil millones en el mercado secundario, antes de recuperarse a 11 mil millones. Este tipo de dinámica muestra cómo el mercado secundario puede influir en la percepción del valor de una empresa antes de que llegue a los mercados públicos.
El futuro del capital de riesgo
El capital de riesgo está aprendiendo a adaptarse a este nuevo entorno. Las firmas de capital de riesgo, como Forerunner Ventures, están cambiando su enfoque, buscando asociarse con startups en etapas más tempranas y apoyando su crecimiento a largo plazo. Esto les permite tener más flexibilidad en cuanto a las valoraciones y a la espera de un momento más propicio para una salida a bolsa.
Además, el enfoque en la intersección de la invención y la cultura está ganando terreno. Las empresas que logran identificar cambios en el comportamiento del consumidor y adaptarse a ellos están mejor posicionadas para el éxito. Esto se ha visto en el auge de marcas directas al consumidor (DTC) que han prosperado en la era digital, así como en modelos de negocio basados en suscripciones que están demostrando ser rentables.
