La inteligencia artificial (IA) ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años, y uno de los desarrollos más recientes proviene de una startup china llamada Sand AI. Este innovador modelo, conocido como Magi-1, ha captado la atención de emprendedores y expertos en tecnología, incluyendo a figuras destacadas como Kai-Fu Lee, director fundador de Microsoft Research Asia. Magi-1 promete revolucionar la forma en que se generan videos, utilizando un enfoque de predicción autoregresiva para crear secuencias de imágenes de alta calidad.
Características del modelo Magi-1
Magi-1 se distingue por su capacidad para generar videos que no solo son visualmente impresionantes, sino que también capturan la física de manera más precisa que otros modelos de código abierto. Sin embargo, su implementación no es sencilla; el modelo cuenta con 24 mil millones de parámetros y requiere entre cuatro y ocho GPUs Nvidia H100 para funcionar, lo que lo hace impracticable para la mayoría de los usuarios comunes. A pesar de esto, la plataforma de Sand AI es actualmente el único lugar donde muchos pueden experimentar con Magi-1, lo que ha generado un gran interés en la comunidad tecnológica.
Limitaciones y censura en la generación de contenido
A pesar de sus impresionantes capacidades, Magi-1 enfrenta restricciones significativas. Durante las pruebas realizadas por TechCrunch, se descubrió que Sand AI censura imágenes que podrían ser consideradas políticamente sensibles por los reguladores chinos. Esto incluye la prohibición de cargar imágenes de figuras como Xi Jinping, así como símbolos relacionados con la liberación de Hong Kong. Esta censura no es exclusiva de Sand AI; otras startups chinas, como Hailuo AI, también imponen restricciones similares, aunque con diferentes niveles de severidad.
El contexto legal y político de la IA en China
La censura de contenido en modelos de IA en China se enmarca dentro de un contexto legal estricto. Una ley de 2023 prohíbe la generación de contenido que “dañe la unidad del país y la armonía social”, lo que significa que cualquier contenido que contradiga las narrativas históricas y políticas del gobierno está sujeto a censura. Este entorno ha llevado a muchas startups chinas a implementar filtros en sus modelos, limitando la libertad de expresión en el ámbito digital. Curiosamente, a pesar de estas restricciones, algunos modelos chinos tienen menos filtros para contenido pornográfico en comparación con sus contrapartes estadounidenses.
En resumen, mientras que Magi-1 de Sand AI representa un avance significativo en la generación de videos mediante inteligencia artificial, también pone de relieve las tensiones entre innovación tecnológica y control político en China. A medida que la IA continúa evolucionando, será crucial observar cómo estas dinámicas impactan la creación y distribución de contenido en el futuro.