La presión sobre Google crece en Europa
La Unión Europea (UE) se encuentra en el centro de un nuevo debate sobre la regulación de las grandes plataformas digitales. Recientemente, varios grupos de consumidores y organizaciones de la sociedad civil han instado a la UE a ampliar su investigación sobre Google, en el marco del Digital Markets Act (DMA). Esta legislación, que entró en vigor la primavera pasada, tiene como objetivo garantizar una competencia justa en el mercado digital, obligando a las grandes plataformas a actuar de manera equitativa con sus rivales y usuarios.
Acusaciones de incumplimiento del DMA
Entre las voces que se alzan contra Google se encuentran los motores de búsqueda alternativos DuckDuckGo y Seznam.cz. Estos, junto con diversas organizaciones regionales, acusan a Google de no cumplir con las normativas establecidas por el DMA. En una carta abierta dirigida a los vicepresidentes de la Comisión Europea, Teresa Ribera y Henna Virkkunen, los firmantes piden que se aplique el DMA de manera integral a Google, señalando que la implementación de la pantalla de elección de búsqueda y el manejo de datos de clics y consultas por parte de Google son no conformes desde al menos el otoño pasado.
El contexto de la investigación
A pesar de que la UE ya tiene una investigación abierta sobre Google, esta se centra en otros aspectos del DMA. La presión para ampliar la supervisión sobre Google se intensifica, especialmente en un momento en que la administración de Trump en Estados Unidos también está atacando las regulaciones europeas, argumentando que son injustas y discriminatorias hacia las empresas estadounidenses. Este contexto añade una capa de complejidad a la situación, ya que cualquier acción de la UE podría desencadenar represalias comerciales por parte de EE. UU.
El futuro del DMA y Google
Un portavoz de la UE ha confirmado la recepción de la carta y ha indicado que se responderá en su debido momento. La situación es delicada, ya que la Comisión Europea debe equilibrar la necesidad de hacer cumplir las regulaciones del DMA con las posibles repercusiones económicas que podrían surgir de un enfrentamiento con el gigante tecnológico estadounidense. A medida que la UE avanza en la aplicación del DMA, la amenaza de aranceles retaliatorios se convierte en una preocupación real para los responsables políticos europeos.
