Introducción a las nuevas regulaciones del hidrógeno
La producción de hidrógeno ha sido considerada una solución prometedora para eliminar los combustibles fósiles en la industria pesada y el transporte de larga distancia. Sin embargo, la industria ha enfrentado incertidumbres en los últimos años, esperando directrices oficiales del Tesoro de EE. UU. sobre créditos fiscales atractivos. Recientemente, el Tesoro anunció reglas finales que permitirán a los productores de hidrógeno calificar para estos créditos bajo la sección 45V de la Ley de Reducción de la Inflación.
Detalles de las nuevas reglas
Las nuevas regulaciones, que han estado en desarrollo durante más de dos años, relajan algunos aspectos de la propuesta inicial, ofreciendo un respiro a las plantas de energía nuclear y de combustibles fósiles existentes. Dado que el hidrógeno puede producirse de diversas maneras, las reglas resultantes son un complejo laberinto de regulaciones diseñadas para asegurar que los productores de hidrógeno que reciben el crédito no causen inadvertidamente más contaminación.
Fuentes de producción de hidrógeno
Existen dos fuentes principales de hidrógeno: el producido por electrólisis, que utiliza electricidad para dividir moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno, y el generado por reformado de vapor, que utiliza vapor y calor para descomponer moléculas de metano, produciendo hidrógeno y dióxido de carbono. Sin embargo, cada uno de estos métodos tiene múltiples variaciones. Por ejemplo, el reformado de vapor puede liberar dióxido de carbono a la atmósfera (produciendo hidrógeno gris) o puede capturarlo y almacenarlo (hidrógeno azul). Por otro lado, los electrólitos pueden ser alimentados por energía renovable (hidrógeno verde) o energía nuclear (hidrógeno rosa).
Implicaciones ambientales y económicas
Las reglas 45V buscan garantizar que la nueva producción de hidrógeno no genere emisiones adicionales de gases de efecto invernadero en la red eléctrica. Para lograrlo, el Departamento del Tesoro requiere que los productores rastreen las emisiones generadas por cada kilogramo de hidrógeno a lo largo de su ciclo de vida. Esto significa que, por ejemplo, los productores de hidrógeno azul deben contabilizar los efectos del metano que se escapa de los oleoductos de gas natural. Además, los productores de hidrógeno deberán adquirir energía renovable o limpia de la región en la que operan.
Desafíos y oportunidades para la industria
A pesar de que las nuevas regulaciones son bien recibidas, aún no son perfectas. Desde la perspectiva de Electric Hydrogen, se busca más flexibilidad en cuanto a dónde pueden comprar electricidad los productores y cuánta energía limpia o renovable deben adquirir. Sin embargo, lo que la industria desea con mayor urgencia es certeza en las regulaciones. La expectativa es que estas reglas se mantengan estables y puedan ajustarse si es necesario, lo que permitiría a la industria del hidrógeno avanzar hacia un futuro más sostenible.
