Durante mucho tiempo, Phyllis Newhouse fue la única mujer negra en su entorno laboral, por lo que decidió convertirse en la mejor del negocio y no ver su situación de «soledad» como una desventaja sino como una fortaleza.
Phyllis Newhouse, cómo se convirtió en la única consejera delegada negra de una sociedad anónima cotizada en la Bolsa de Nueva York
Cuando Athena Technology Acquisition Corp. empezó a cotizar en la Bolsa de Nueva York a principios de este año, Phyllis Newhouse se convirtió en la única consejera delegada negra de una SPAC que cotizaba en la Bolsa. Sin embargo, cuando lanzó Xtreme Solutions en 2002, se convirtió en la única mujer negra directora general de una empresa de ciberseguridad.
Antes de eso, Phyllis Newhouse había pasado 22 años en el ejército, incluyendo tres períodos en el Pentágono, donde a menudo era la única mujer negra en la sala cuando se tomaban decisiones cruciales.
Ser «el único» en cualquier situación puede exacerbar la sensación de soledad para algunos, pero Phyllis Newhouse no parecía preocupada por tales circunstancias.
Ha habido más de 820 OPVs de SPACs desde 2009, pero Athena es la única con una mujer negra como CEO, por lo que todo el mundo sabe quién es Phyllis Newhouse. Por ello, a la vista de su experiencia profesional, decidió compartir una perspectiva única y original que no comparten otros expertos en la materia.
Paralelismos entre la empresa y el deporte
Varias compañeras del equipo directivo de Athena han conseguido notables primicias como «únicas» en sus puestos. El objetivo de la empresa es permitir que otras mujeres ejerzan un auténtico poder económico y un impacto social invirtiendo, dirigiendo y haciendo crecer sus negocios. Para ello, una cosa que Phyllis Newhouse intenta transmitir a otras mujeres «únicas» es que la diferencia está en la forma de enfocar las cosas.
La gente suele hablar de negocios y finanzas en términos deportivos, porque realmente hay muchos paralelismos. Por ello, Phyllis Newhouse considera la mayoría de los aspectos de la vida como un juego. Y si puedes entender el juego, aunque sea por tu cuenta, podrás jugarlo. Sin embargo, el juego requiere valor, estrategia, confianza y comprensión.
Para poder entender cualquier juego, según el director general de Athena, primero hay que estudiar sus características y estructuras principales. Por esta razón, hay que encontrar personas cualificadas que hagan el papel de «entrenador», para poder aprender las reglas y jugadas comunes. Es esencial aprender a identificar las estrategias que mejor funcionan para uno mismo y ser consciente de sus puntos fuertes.
Phyllis Newhouse, el ejército y la ciberseguridad
A los 19 años, Phyllis Newhouse dejó la universidad antes de tiempo y se alistó en el ejército, con la intención de servir cinco años y ver Europa. Acabó permaneciendo en el ejército durante más de dos décadas, especializándose en temas de ciberseguridad. En el camino conoció a increíbles mentoras, entre ellas una gran general de brigada que hizo que todos se sintieran un poco intimidados. Cuando Phyllis Newhouse tuvo que informarle un día sobre ciertos temas, le dijo: «Nunca pierdas la confianza en ti misma». Fue un momento increíble para ella como líder que le ayudó a reconocer su potencial y le hizo querer mejorar aún más su juego.
Más tarde, cuando creó sus propias empresas, quiso ser la mayor «jugadora» de todos los tiempos (G.O.A.T.) en su campo. Cuando se hizo cargo de un SPAC, quiso ser también la G.O.A.T. del mundo del SPAC. Se puso las pilas, porque G.O.A.T. siempre tiene una estrategia, siempre premia a los que juegan mejor y trata de mejorar constantemente su juego. Si aspiras a ser algo más que G.O.A.T., es menos probable que no estés presente cuando se tomen las decisiones que importan.
Convertirse en el mejor jugador de todos los tiempos: el carácter
Por último, Phyllis Newhouse explicó que también hay otro factor importante para un jugador en cada juego: el carácter. Siempre abre puertas. De hecho, fue capaz de reclutar a los mejores talentos porque su carácter hablaba por ella.
Y, si juegas lo suficientemente bien como para conseguir un lugar como «único» en la sala, en lugar de ver la situación sintiéndote solo, puedes aprovechar las ventajas de usar tu posición para canalizar la atención de todos en la sala.
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