Ramp y su propuesta innovadora
La startup Ramp, especializada en la gestión de gastos, ha sido considerada para participar en un programa piloto de tarjetas de carga por parte de la Administración de Servicios Generales de EE. UU. (GSA). Este programa, conocido como SmartPay, representa una inversión significativa de $700 mil millones en la gestión de gastos del gobierno federal. Se estima que el contrato para el programa piloto, en el que Ramp está siendo evaluada, podría alcanzar un valor de hasta $25 millones, según un informe de Pro Publica.
Un enfoque en la eficiencia del gasto
Desde enero, Ramp ha estado buscando la atención de la administración actual, presentando propuestas que destacan cómo el gobierno podría eliminar gastos ineficientes. Eric Glyman, cofundador y CEO de Ramp, junto con el inversor Kyle Harrison, publicaron un artículo titulado “La fórmula de la eficiencia”, donde delinearon estrategias para optimizar el gasto gubernamental. Este enfoque parece alinearse con la agenda del Departamento de Eficiencia Gubernamental, que se formó poco después de la asunción del presidente Trump.
Inversores destacados y crecimiento de Ramp
Ramp ha atraído la atención de inversores prominentes, incluyendo el Founders Fund de Peter Thiel y Khosla Ventures. La startup ha recaudado más de $1,000 millones en financiamiento desde su creación en 2019, y su valoración se duplicó recientemente a $13 mil millones tras una venta secundaria de acciones de $150 millones. La empresa se posiciona como una opción que puede ahorrar miles de millones en gastos innecesarios, ofreciendo características de gestión de gastos similares a otras plataformas corporativas.
El proceso de selección y el futuro de Ramp
Según Lindsay McKinley, jefa de comunicaciones de Ramp, la empresa está compitiendo en un proceso de adquisición estándar para el programa piloto SmartPay. McKinley destacó que la tecnología de Ramp ha demostrado prevenir gastos innecesarios en la economía, y si son seleccionados, esperan replicar esos resultados para los contribuyentes estadounidenses. Aunque la startup ha avanzado en el proceso de selección, no hay garantías sobre su elección final.
