Una nueva etapa para Rapyd
Rapyd, una plataforma global de pagos con sede en Londres, está en busca de recaudar 300 millones de dólares en una nueva ronda de financiación. Esta inyección de capital valoraría a la empresa en aproximadamente 3.5 mil millones de dólares, una notable disminución respecto a su valoración de cerca de 9 mil millones de dólares establecida en 2021, según informes de Bloomberg. Esta situación refleja un cambio significativo en el panorama de las startups tecnológicas, donde las valoraciones han sido objeto de ajustes drásticos en los últimos años.
Servicios ofrecidos por Rapyd
La compañía ofrece una amplia gama de servicios financieros, que incluyen pagos, billeteras móviles, transferencias de dinero, emisión de tarjetas y protección contra fraudes. Estos servicios son accesibles para terceros a través de una API, lo que permite a las empresas integrar soluciones de pago de manera eficiente. Rapyd ha estado en una racha de adquisiciones, sumando recientemente cuatro empresas a su cartera, incluyendo la startup de pagos Valitor, con sede en Islandia, por 100 millones de dólares en 2022.
Desafíos en el mercado de financiación
El CEO y cofundador de Rapyd, Arik Shtilman, había mencionado anteriormente que la empresa estaba en las etapas finales de cerrar una nueva ronda de financiación de 700 millones de dólares. Sin embargo, la falta de un anuncio público sobre esta ronda ha dejado en el aire la pregunta de si se logró asegurar el financiamiento y, de ser así, a qué valoración. En un contexto más amplio, la competencia en el sector de pagos ha llevado a otras empresas, como Stripe, a recaudar capital a valoraciones más bajas que sus picos anteriores, lo que ha sido un fenómeno común en el ecosistema de startups.
El impacto de las valoraciones en el ecosistema de startups
Las rondas de financiación en condiciones desfavorables, conocidas como down rounds, han alcanzado un máximo histórico, representando el 27% de todos los acuerdos en los primeros nueve meses de 2024, según datos de PitchBook. Este fenómeno se debe a que las valoraciones fueron excesivamente altas durante el frenesí de financiación de capital de riesgo en años anteriores. Los inversores están siendo más cautelosos, lo que ha llevado a una reevaluación de las expectativas de valoración en el sector tecnológico.
