Contexto de los aranceles a importaciones
El presidente Donald Trump ha decidido retrasar la implementación de aranceles del 25% a las importaciones de automóviles provenientes de Canadá y México por un mes. Esta decisión se produce tras las solicitudes de los ejecutivos de las tres principales automotrices: General Motors, Ford y Stellantis. La medida, que inicialmente iba a entrar en vigor de inmediato, busca dar un respiro a la industria automotriz estadounidense, que ya enfrenta desafíos significativos en un mercado competitivo y en constante cambio.
Consecuencias de los aranceles en la industria
Los aranceles amenazan con aumentar los precios de los automóviles en un momento en que los costos ya alcanzan niveles históricos. Según Jeff Schott, un destacado economista del Peterson Institute for International Economics, los precios podrían dispararse hasta en $12,000. Esto podría resultar en una disminución de la demanda, dejando a los concesionarios con vehículos que muchos consumidores no pueden permitirse. La complejidad de las cadenas de suministro en la industria automotriz, que incluye múltiples fábricas en México y Canadá, complica aún más la situación.
Reacciones de los líderes de la industria
En un discurso reciente ante el Congreso, Trump instó a los fabricantes a trasladar sus operaciones a Estados Unidos. Sin embargo, el CEO de Ford, Jim Farley, ha expresado que la compañía no cuenta con capacidad adicional en sus plantas para cambiar la producción. Farley advirtió que, aunque Ford podría soportar los aranceles a corto plazo, su persistencia podría causar un daño sin precedentes a la industria automotriz estadounidense. Hasta febrero, casi la mitad de todos los vehículos nuevos vendidos en EE. UU. fueron fabricados en el país, pero un 17.4% se produjeron en México y un 7.4% en Canadá, según datos de Edmunds.com.